Hallelujah...

Lo sabes cuando lo sientes, lo sientes tan dentro que tiene que ser verdad por lo menos ahora.
Pero ¿y esos otros momentos que te sientes tan perdido como un niño pequeño perdido en un gran centro comercial?
Da igual si tienes 30, 40, 50 son esos momentos de los que como resumen nos llevamos ojos hinchados muchas lagrimas derramadas y el sentimiento que algo a llegado a su fin, una idea fuertemente arraigada, una relación que no da más de si y me da igual lo que digan esos cursis no duele que te rechacen ni que te traicionen como lo hace el darte cuenta de que ya no hay nada, que no siente nada, ni si quiera puedes enfadarte, ni hacerlo tu enemigo por que lo hizo bien. Asi que alégrense si le han roto el corazón por que al menos saben que aunque sea dolor sienten grandes cantidades y eso algún dia serán grandes cantidades de amor.
Esos momentos en los que no sabes si es la carretera adecuada, y al fin y al cabo que coño si eres feliz y miras atras, adelante y por ultimo a los lados y es cuando te sientes quizás un espectador de tu propia vida, un no invitado a su propio homenaje, o simplemente estúpido y un niño perdido que no sabe más de lo que le enseñó peter pan.
Pero lo cambia todo, lo rompe, lo destroza como un tornado y a veces aterrizas aplastando a la bruja mala y otras te aplasta a ti. Sea lo que fuere esos momento son los que te hacen sentir una explosión de vida.
una preciosa explosión de tristeza.